domingo, 27 de enero de 2013

Cuento a tus heridas.

Un niño lloraba en la habitación, había despertado por una mala pesadilla en la que los monstruos de su mente se lo llevaban todo. LLoraba en la oscuridad, bajo las mantas.. porque tenía miedo. Hasta que llegó su padre, al intentar encender la luz el niño gritó:
-No lo hagas! O los monstruos vendrán a por ti.. 
El padre desconcertado dejo la luz apagada y se sentó a los pies de la cama. 
-Que monstruos?-le preguntó.
El sabía perfectamente que desde que su madre se había ido, su hijo tenía pesadillas constantemente con monstruos que se escondían en cualquier rincón y lo atormentaban. 
-Esos, que me persiguen y se esconden tras mi sombra para asustarme y llevarse todo lo que quiero..ya sabes papá..
Como el niño no dejaba de llorar el padre decidió contarle un cuento.
"Había una vez.. un monstruo que cada vez que se miraba al espejo se veía el monstruo más horrible del mundo, le gustaba pasear.. pero siempre estaba solo y a veces echaba de menos un amigo con el que poder compartir miedos. En la soledad se lamentaba de sus desgracias, pero no se daba cuenta de que era mucho mejor de lo que el creía. Él quería ser amigo de los humanos, pero ellos le tenían miedo.. 
Un día salió a patinar, porque le gustaba hacerlo.. pero tuvo una caída que le destrozo su bonita piel peluda; llorando se fue corriendo de allí. Esa noche decidió intentarlo por última vez, y sucio como estaba se presentó en la casa de un niño, se escondió tras las cortinas y espero a que el niño despertara. 
Cuando oyó que el se removía bajo las sabanas, salió de su escondite y se sentó a los pies de la cama. El niño, al sentir que alguien estaba a su lado se irguió..al ver al monstruo puso cara de sorpresa mientras decía:
-Por fin has llegado ! LLevaba mucho tiempo esperándote.. y pensé que nunca volverías a visitarme. 
El monstruo empezó a llorar.
-Por qué lloras?- Le preguntó el niño.
-No me tienes miedo?
-No, te echaba de menos.. 
Esto le hizo recordar la única vez que se había sentido querido por alguien. Era un niño pequeño al que solía visitar cada noche y hacerle compañía en sus sueños, pero el niño había tenido que mudarse, y él lo había perdido de vista.
-Eres Rafa?-preguntó el monstruo.
-Si Oliver, soy yo..
LLorando, se abalanzó sobre Rafa. 

-Ha pasado tanto tiempo.. y has crecido tanto.. 
-Lo se, pensé que nunca volverías y decidí olvidarte.. en las noches en las que me sentía solo tú no estabas.. y desde que mamá se fue papá intenta hacerme ver que las cosas en el mundo no son tan malas.. pero yo te necesitaba a ti.. 
-Desde que te mudaste.. me sentí tan solo que intenté buscarte en otros niños, pero no te encontré, todos me tienen miedo. Cada noche salia a pasear solo, preguntandome que porque nadie me quería, que porque tu te habías tenido que ir.. y pensé que el destino era así, que esto era lo que me merecía. Mirarme al espejo es una tortura, cada vez me veo más horrible, me siento menos querido, hoy me caí y ni siquiera me limpié las heridas, hoy era la última vez que intentaba ser querido por alguien, y el camino me trajó hasta ti.. yo tambien te echaba de menos..
-Ven, yo te limpiaré las heridas.
Mientras lo hacía Rafa le contó a Oliver que despues de todas las cosas malas siempre llega una buena, que las desgracias podían superarse y que por muy solo que se sienta uno siempre hay alguien en el mundo que le dará la mano para ayudarle a levantarse cuando se caiga. 
-Oliver, tu eres precioso, la gente no sabe apreciar las cosas buenas de la vida.. pero si no hubieras vuelto, yo no se que sería de mi.. yo te quiero, así tal y como eres. Me gusta tocar tu pelo rojo y suave mientras duermo, y escapar por la ventana en las noches en que me apetece pasear para hacerlo contigo. Y aunque nadie más que yo pueda verte, y piensen que estoy loco, yo se que existes y que cada noche te escondes tras mi cortina cuando vas a aparecer. Nunca dejes de acompañarme en mis sueños.
Se abrazaron mientras les caían lágrimas, y así se quedaron dormidos. Desde aquella noche no dejaron de verse nunca; noche tras noche se hacían compañía en la soledad y se lamían las heridas y las tristezas, así hasta que la vida decidió llevárselos. Pero juntos, siempre juntos."
-Rafa es un niño de 17 años que cree en monstruos hijo, que no les teme, porque no todos son malos. Y tú, por mucho miedo que les tengas, algún día aparecerá uno especial. Yo mataré a los monstruos malos por ti, pero dejaré que los buenos entren, porque sin ellos.. esta vida no sería lo mismo.

Dicho esto se levantó y le dió un beso en la frente a su hijo, lo arropó y salió de la habitación cerrando la puerta tras de sí. 
-Sal monstruo, se que estás ahí-dijo mientras echaba la mano fuera de las mantas.
Un monstruo peludo y rojo saco su pequeña mano de debajo de la cama y agarró la del niño y así se quedaron dormidos, en la soledad y la oscuridad de sus noches dentro de aquella habitación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario